"Lo ideal es que todo graduado pudiera incluso doctorarse"
Domingo Villero da su opinión sobre los alumnos que han culminado el GITI y no tienen su título
Tras la denuncia de dos alumnos de la Universidad de Cádiz que, a pesar de haber culminado el grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales (GITI) y de haber presentado el trabajo de fin de grado, no han obtenido aún el título, el decano del Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales (COPITI) de Cádiz, Domingo Villero, señala que desde el Colegio "siempre hemos valorado mucho el esfuerzo de la UCA y nuestras Escuelas de ingeniería de Cádiz y Algeciras en solicitar grados de ingeniería con atribuciones profesionales". Recuerda que en España esto fue solicitado sólo por las universidades de Cádiz y Las Palmas, "entendiendo que un ingeniero tras estudiar cuatro años debe tener capacidad de firma para sus encargos profesionales. No se puede cercenar ese derecho, pues no es algo natural ni lógico que un ingeniero no tenga capacidad de firma, más en el escenario profesional y laboral que tenemos".
"Lamentablemente, los tribunales anularon dichas atribuciones dejando un grado en ingeniería en tecnologías industriales 'blanco', es decir, algo que no tiene fin en sí mismo sino el acceder a un master posterior de dos años más que sí que facilite atribuciones plenas", afirma. Y considera que "lo ideal es que todo graduado, a lo largo de su vida profesional, pudiera incluso doctorarse, pero eso debe ser una decisión personal".
Manifiesta que la profesión habilitante a nivel internacional para la ingeniería es el grado, "cuestión más que solventada para los mercados mundiales; a nadie se le pasa por la cabeza que los ingenieros japoneses, canadienses, estadounidenses o ingleses no tengan cualificación profesional estudiando su grado de tres o cuatro años". Por ello, "entendemos que es fundamental que todo grado en ingeniería capacite al egresado como mínimo para realizar el ejercicio libre de la profesión o para poder firmar proyectos en el seno de una empresa. Un ingeniero que no puede ni firmar proyectos es simplemente otra cosa".
Opina que la solución aportada por la UCA "en el empeño de dar soluciones a quienes comenzaron un grado que en principio tendría atribuciones profesionales y años después los tribunales se las retiraron pasa por un giro a los grados especialistas en mecánica, electricidad y electrónica, que estos sí que tienen atribuciones en su especialidad y posibilitan el ejercicio profesional".
"Desde nuestro Colegio y Consejos andaluz y nacional creemos que todo alumno debe tener perfecta información de sus atribuciones profesionales, o de que su grado carezca de ellas de forma clara con anterioridad a la matriculación. Esta situación generada es atípica, pero somos conscientes que en la UCA las atribuciones profesionales han sido algo que con mucha seriedad se ha querido ofrecer y defender para que los alumnos encuentren utilidad en sus estudios universitarios", concluye.
