Durante la semana pasada, los colegiados de COPITI Cádiz tenían una cita con sus emociones. La empresa encargada de impartir esta sesión Activa Talento, del empresario Víctor Pacheco, logró ayudar a los asistentes a descubrir cómo mejorar la cuenta de resultados con casos prácticos, a adquirir una técnica sencilla para la regulación del estrés y a abordar la mejor manera de solucionar problemas de desempeño, como la desmotivación, bloqueo, estrés, ansiedad, baja autoestima, etc.
Para el decano de COPITI Cádiz, Domingo Villero, “la aplicación de la Inteligencia Emocional en nuestro colectivo es fundamental ya que desde la formación universitaria se potencia mucho la rama técnica dejando un poco de lado la emocional o creativa, tan necesaria para un mejor desarrollo de nuestro trabajo”.
Por su parte, Víctor Pacheco, destaca que “la mayoría de los ingenieros nos reconocemos como de mente muy estructurada y racional, muy válida para resolver problemas técnicos, pero insuficientes para resolver problemas humanos. Y la realidad es que los ingenieros industriales no solo tratan con máquinas, sino que deben relacionarse con otras personas, compañeros, superiores, subordinados y clientes y en este sentido suelen mostrar muchas carencias que limitan tanto su productividad como su progresión profesional”.
De hecho, durante el trascurso del seminario muchos de los asistentes llegaron a comentar la importancia de que los jefes de equipo sepan motivar a sus compañeros, ya que la desgana y desinterés de los operarios genera mayor porcentaje de errores, que en muchos casos requiere de volver a atrás en el proceso técnico, perdiendo tiempo, eficacia, dinero y generando malestar en los clientes.
Cuantas más responsabilidades tenga la persona, más necesidades formativas tendrá con respecto a esta materia. Pero la formación por sí sola no es suficiente si no se implanta en el sistema de gestión y cultura de la empresa. “La aplicación al sector comienza por la formación del ingeniero en estas competencias”, resalta Pacheco.
Es por ello que, tras implantar esta formación, se recomienda integrar las competencias de la inteligencia emocional en los estilos de liderazgo, en los procesos de selección e incluso en las estrategias de marketing.
Y es que los beneficios de la Inteligencia Emocional para los ingenieros industriales son múltiples. Está demostrado que los ingenieros que desarrollan estas habilidades mejoran su capacidad de liderazgo, de comunicación, de motivación de personas, de resolución de conflictos, de gestión del estrés y de adaptación con mayor rapidez a los cambios. “En el mundo actual la mayor ventaja competitiva de una empresa reside en la capacidad de gestión de sus personas. Potenciar estas capacidades permite que las empresas rindan más y puedan adaptarse con mayor facilidad a los cambios del entorno”, según destaca este especialista en Coaching e IE de la provincia de Cádiz.
